sábado, 26 de abril de 2014

Enfermedades infecciosas

Durante el proceso de tatuaje, el pigmento penetra en la dermis y entra en contacto con capilares sanguíneos y vasos linfáticos, por lo que es posible la transmisión de enfermedades infecciosas . La probabilidad de adquisición de enfermedades infecciosas depende en gran medida de las condiciones higiénicas en las cuales se realice el tatuaje y de la experiencia del tatuador, por lo que la realización de estas técnicas por personal no profesional aumenta de manera considerable el riesgo. En ocasiones, aunque las medidas higiénico-sanitarias a la hora de realizar la técnica sean las correctas, la esterilidad de los pigmentos suministrados al tatuador es escasa, encontrándose envases de pigmento contaminados (fig. 5). Las piodermitis estafilocócicas y estreptocócicas son relativamente frecuentes, bien por su adquisición durante el procedimiento, bien por la ausencia de unos mínimos cuidados posteriores. Sin embargo, resulta difícil dar cifras exactas sobre la incidencia de esta complicación debido a que pocos casos llegan a consultar al médico, y acuden directamente al establecimiento donde se les realizó el tatuaje. Por otra parte, estamos asistiendo a un aumento importante de infecciones bacterianas sistémicas cuya puerta de entrada son los tatuajes. Dada la mayor susceptibilidad de sufrir una endocarditis, en aquellos pacientes con cardiopatías congénitas se debería desaconsejar la realización de tatuajes o piercings o, al menos, retrasarla hasta consultar con el cardiólogo.

Figura 5. Absceso por P. aeruginosa. El estudio microbiológico demostró que el envase del pigmento estaba contaminado por este microorganismo.
Figura 5. Absceso por P. aeruginosa. El estudio microbiológico demostró que el envase del pigmento estaba contaminado por este microorganismo.

La realización de un tatuaje supone un factor de riesgo conocido para la adquisición de ciertas infecciones virales como la hepatitis B. Aunque la evidencia científica y la publicación de casos anecdóticos sugieren que es posible la transmisión del VIH y del virus de la hepatitis C (VHC) a través del tatuaje, desde un punto de vista epidemiológico no se considera un factor de riesgo con relevancia estadística. A pesar de estas controversias, no está permitida la donación de sangre hasta 6-12 meses después de la realización de un tatuaje. También se han descrito casos aislados de infecciones cutáneas por el virus del papiloma humano(fig. 6) o moluscos contagiosos tras la realización de tatuajes.
Figura 6. Implantación de verrugas víricas tras micropigmentación del reborde labial.
Figura 6. Implantación de verrugas víricas tras micropigmentación del reborde labial.
En un intento por minimizar estos y otros problemas asociados a la realización de tatuajes, micropigmentaciones o piercings, los gobiernos autonómicos han aprobado decretos que regulan la práctica de dichas técnicas, así como los requisitos para la autorización y funcionamiento de los establecimientos donde se llevan a cabo este tipo de actuaciones. Con estas medidas se trata de garantizar la correcta realización de estos adornos en establecimientos adecuados, por parte de personal bien formado, y siempre bajo la vigilancia y control de la administración regional y de los ayuntamientos correspondientes.

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